Consejo Universitario aprobó políticas institucionales para el quinquenio 2016-2020
Alejandra Amador Salazar, Periodista
Las Políticas Institucionales 2016-2020 deben sustentar tanto el quehacer académico, como la gestión administrativa y la vida estudiantil y universitaria. (Foto: Andrea Jiménez)
Bajo el lema Excelencia e innovación con transparencia y equidad, el Consejo Universitario aprobó, en sesión N.° 5884, las políticas que guiarán el quehacer de la Universidad de Costa Rica (UCR) durante el quinquenio 2016-2020.
De acuerdo con el Órgano Colegiado, las nuevas directrices deben ser el marco de referencia para dirigir las actividades sustantivas de la Institución en el corto, mediano y largo plazo, además de cumplir un papel orientador y clarificador en áreas fundamentales del quehacer universitario, donde se requiere ejercer acciones estratégicas, sustentadas en criterios de oportunidad, conveniencia o apremio.
Tal y como están planteadas, las políticas permitirán darle a la UCR una perspectiva verdaderamente estratégica, así como monitorear y evaluar, anual y quinquenalmente, el avance en las metas que se proyectaron.
En este sentido, la coordinadora de la Comisión de Política Académica, Dra. Rita Meoño, afirmó que las nuevas políticas permitirán dar un salto cualitativo con respecto a las anteriores, pues en esta ocasión contemplan respuestas a los desafíos institucionales en los que se desea avanzar en los próximos cinco años y, al mismo tiempo, anticipan algunos aspectos que más adelante pueden ser un reto para la Universidad.
Ejes estratégicos
Las políticas para el quinquenio 2016-2020 están agrupadas en siete ejes que pretenden definir el rumbo de esta casa de estudios superiores, así como fortalecer el trabajo y desarrollo de la Institución. Estos son: Universidad y sociedad; Excelencia académica; Accesibilidad, admisión, permanencia y graduación; Regionalización; Posgrado; Talento humano universitario y Gestión universitaria.
El eje denominado Universidad y sociedad reafirma el compromiso de profundizar y renovar permanentemente la compleja e indispensable interacción con la sociedad costarricense, para responder a las transformaciones que esta requiere para el logro del bien común.
El de Excelencia académica está orientado a fortalecer y articular las actividades sustantivas de docencia, investigación y acción social, priorizando al respecto de los procesos de autoevaluación, el uso de tecnologías de punta en todas las áreas del conocimiento, la formación permanente del talento humano y la internacionalización.
El tercer eje busca que la Universidad continúe avanzando en la construcción de un proceso de admisión más inclusivo, así como mejorar las condiciones para ofrecer a la población estudiantil una permanencia que le permita concluir exitosamente sus estudios por medio de la graduación.
En el tema de Regionalización se reconocen las disparidades históricas y se establecen lineamientos para fortalecer las sedes universitarias no solo en el ámbito presupuestario, sino, también, en la gestión académica, administrativa y de su talento humano, con el objetivo de potenciar su proyección e impacto tanto a escala regional como nacional.
El eje relacionado con Posgrado contempla directrices cuyo fin es impulsar y reposicionar este grado académico mediante una ampliación del presupuesto institucional, la renovación de la articulación con las unidades académicas, el fortalecimiento de la investigación y la acción social, así como una mejora en las condiciones para la permanencia y graduación del estudiantado.
Por su parte, el eje denominado Talento humano universitario se considera el componente más importante y la fuente principal de la excelencia académica, y toma en cuenta las políticas requeridas para una renovación académica generacional con el más alto nivel e incluye uno de los retos institucionales más relevantes, el interinazgo. Además, retoma el vínculo con las personas graduadas y con funcionarios o funcionarias que se encuentran disfrutando su jubilación.
Finalmente, el eje Gestión universitaria está orientado por principios como la libertad de expresión, el derecho de acceso a la información, la comunicación inclusiva e independiente, así como la sostenibilidad ambiental, la transparencia y rendición de cuentas, y la garantía del financiamiento público. Asimismo, reafirma el compromiso con la salud integral y las estrategias institucionales de acción afirmativa que combaten situaciones de desigualdad, violencia o exclusión social.