Conversatorio Mujeres piden guardería, cambios en becas al exterior y plan contra la violencia política
Jimena Garro Ortega, Periodista, Semanario Universidad
En el conversatorio moderado por la directora del Semanario Universidad, M.Sc. Laura Martínez (derecha), participaron las integrantes del Consejo Universitario: MTE Stephanie Fallas, Ph.D. Patricia Fumero y M.Sc. Carmela Velázquez. (Foto: Andrea Jiménez, CU)
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Una lista de obstáculos y demandas que plantean las mujeres cuando estudian, ejercen la docencia, laboran como funcionarias administrativas o ejercen puestos de liderazgo, revelaron tres integrantes ante el Consejo Universitario (CU) de la Universidad de Costa Rica (UCR), en el foro Mujeres universitarias por un mundo equitativo presente y futuro realizado el pasado viernes 15 de marzo en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Las expositoras hicieron un recorrido que abarcó desde las dificultades para estudiar siendo madres, los gastos de cursar un posgrado en el exterior cuando lo hacen con hijos o hijas, hasta la urgente necesidad de tener una guardería accesible para las funcionarias y docentes de la UCR. También desde ya plantean propuestas para legislar sobre violencia política que viven las mujeres cuando ejercen cargos de elección popular o liderazgo.
La Ph.D. Patricia Fumero Vargas, quien ha sido docente en Estudios Generales y Artes, hizo una exposición de lo vivido cuando fue becada para ir al exterior, cuya ilusión la enfrentó con la realidad de que el monto otorgado para una persona no alcanzaba para una mujer con sus tres hijos.
La Ph.D. Fumero recordó que cuando se fue a estudiar su doctorado a Kansas, Estados Unidos, la UCR le daba $578 mensuales. Para lograr concluir con los estudios, alquilaba su casa y debía trabajar impartiendo dos cursos para financiarse. “Además de llevar un doctorado, daba medio tiempo de clases para lograr los fondos porque el apoyo que da la Universidad no es diferenciado si uno va con hijos o no, porque lo que le dan a uno por hijos (…) no es sostenible. Eso tiene que cambiar, porque sino las mujeres no nos vamos a ir, porque el costo personal es muy grande”, afirmó.
Una historia similar relató la M.Sc. Carmela Velázquez Carrillo, quien como docente logró una beca con las mismas limitaciones. La representante del Área de Ciencias Agroalimentarias confesó que “los gastos cuando los niños están muy pequeños son muy diferentes que cuando los niños van a una escuela o a un colegio, porque, por ejemplo, en Estados Unidos es educación pública, entonces, es más viable que los chicos asistan a las escuelas… Yo hice mi maestría con un niño de uno y otro de tres años, entonces la guardería era doble y carísima. Yo no les puedo explicar lo que pagaba… Dos terceras partes de lo que me daba la Universidad para mis estudios se gastaban en guarderías de los niños”.
La M.Sc. Velázquez se refirió también a los cambios que trabajan en el Reglamento de Estudios en el Exterior, para acabar con esa desigualdad mediante ajustes en los componentes de beca. Indicó que las becas al exterior tienen una población mayoritariamente masculina y explicó que cuando las mujeres “ven lo que necesitan, los gastos que están relacionados a este esfuerzo que tienen que hacer contra lo que dan los componentes de beca, no es interesante”.
Inquietudes colectivas
La exigencia de una guardería accesible y económica para funcionarias de la UCR surgió de la misma audiencia en la sección de preguntas.
“Si bien nosotros tenemos el Centro Infantil Laboratorio, donde nos brindan ese apoyo, yo siendo una recepcionista con un salario de 600 mil (colones), el CIL ronda entre 150-180 mil (colones) por niño. Tener un hijo ahí a veces tampoco es accesible para los que trabajamos aquí. Entonces eso también se podría valorar como parte de las mejoras para las mujeres que tenemos hijos”, demandó una participante.
Otra de las personas participantes en el Foro consultó a las panelistas si han experimentado violencia política. En ese sentido, la MTE Stephanie Fallas Navarro, representante del sector administrativo ante el CU, comentó que trabajan en un reglamento desde el Consejo Universitario.
Explicó que están haciendo un gran esfuerzo de recopilación de datos entre directoras, decanas y jefaturas antes de plantearlo, “porque no lo hemos hablado, no está documentado y es parte del levantamiento de información que nosotras queremos hacer para poder fundamentar desde la experiencia y las vivencias esta nueva normativa que regule y sancione la violencia hacia las mujeres cuando ocupan cargos directivos”.
Y precisamente allí en el foro, las integrantes del Consejo Universitario pusieron en contexto algunos datos que retratan la desigualdad dentro de la institución y aplaudieron la creación de la Unidad de Género dentro de la UCR, como un avance que permita garantizar la eliminación de las barreras de género dentro de esta casa de estudios.